domingo, 16 de septiembre de 2012

Objetividad entre Paréntesis


HUMBERTO MATURANA
Para comenzar a profundizar en el pensamiento de Maturana, sobre la objetividad creemos necesario dar a conocer ideas que él asume como relevantes.
En primer lugar, él establece que hay una fenomenología de la percepción que se basa en conocer el fenómeno de las cosas tal como son, libres de prejuicios, todo esto a través de lo biológico. Él establece que sin cuerpo biológico no hay percepción. También es necesario determinar que dice que la percepción genera o conlleva al conocimiento que coordinado con el lenguaje permite dar una explicación derivada de una experiencia. Maturana destaca que en términos del conocimientos, explicación y experiencia son dos cosas distintas; pero que el ser humano comúnmente las usa juntas casi como lo mismo, por ser mas practico en la vida que lleva.
También creemos que otra idea importantísima de lo que establece Maturana es que el conocimiento se logra a través de la reflexión que provoca la incertidumbre, no en la creencia de algo absoluto paralelo a la verdad, que provocaría la certidumbre por lo tanto no conocer; desde el momento que algo se cree conocido se deja de conocer.

OBJETIVIDAD ENTRE PARÉNTESIS
La objetividad con paréntesis se basa en la creencia de que no existe una realidad independiente del observador, sino que esta realidad posee muchas interpretaciones validadas por las experiencias asociadas con la explicación a través del lenguaje. Es así como se genera el conocimiento, a través de una reformulación aceptable de una experiencia, dando una explicación que permite el dominio explicativo que cada persona posee.
La objetividad con paréntesis determina que las explicaciones no provienen de lo externo, sino de la explicación y/o interpretación de nuestras experiencias, que nos hacen poseer criterios de validez para convalidar nuestras explicaciones. De lo anterior se puede desprender que enfocando, desde la perspectiva de la objetividad con paréntesis, no existe una verdad absoluta, sino tantas verdades como sujetos y dominios explicativos existan. En este enfoque no existen los errores ni la exclusión de ninguna realidad; hay una aceptación constante y mutua entre las distintas interpretaciones que puedan existir, se acepta que la realidad se desprenda del camino explicativo que adoptemos, además del dominio emocional en el cual nos encontramos al momento de explicar. No hay autoritarismo, se acepta al otro y se hace crea un estado de ánimo para reflexionar.
El tipo de realidad que vivimos, como dominio de proposiciones explicativas, refleja en cada momento el fluir de nuestras relaciones interpersonales y el tipo de coordinaciones que esperamos que ocurran en ellas. En esta objetividad se acepta el lenguaje tanto como instrumento de pregunta como fenómeno de explicar.
Desde esta mirada, el cuerpo cumple una función importante; es el que posibilita, no limita, así como lo propone la objetividad sin paréntesis; el hombre es un “sistema viviente, sus habilidades cognitivas como observador son fenómenos biológicos, ya que son alterados cuando su biología es alterada, y desaparece con él o ella en el momento de su muerte”. (Maturana, 1997).
Con el mismo ejemplo descrito en la objetividad sin paréntesis enfocado desde la perspectiva de la objetividad con paréntesis de Maturana.
El sacerdote, en determinada situación, discute con nosotros (que supuestamente somos científicos) sobre la existencia de Dios. En esta oportunidad el sacerdote continúa sosteniendo que Dios existe, pero la validez de su explicación está basada en la experiencia que conlleva a tener fe en la existencia de Dios, es decir, su explicación viene determinada por su dominio explicativo, además de dominio emocional.
Para nosotros, supuestos científicos, la existencia de Dios no es tal, debido a que no hemos podido, con el método científico (que sería nuestro dominio explicativo), comprobar empíricamente que Dios existe.
En las posturas anteriores, no hay exclusión de parte de ninguna para con la otra, no existe una validación de cierta realidad dada por la propia realidad. Las explicaciones están validadas por los dominios explicativos y emocionales de cada uno de los enfoques (científico y religioso). Ninguna de las dos realidades son absolutas o se rigen por la verdad total, sino se basan en sus propias experiencias para dar sus explicaciones. No hay de ninguna manera autoritarismo, sino que hay una aceptación de la realidad de otros, hay tolerancia recíproca.

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