HUMBERTO MATURANA
Para comenzar a profundizar en
el pensamiento de Maturana, sobre la objetividad creemos necesario dar a
conocer ideas que él asume como relevantes.
En primer lugar, él establece que hay una fenomenología de la
percepción que se basa en conocer el fenómeno de las cosas tal como son, libres
de prejuicios, todo esto a través de lo biológico. Él establece que sin cuerpo
biológico no hay percepción. También es necesario determinar que dice que la
percepción genera o conlleva al conocimiento que coordinado con el lenguaje
permite dar una explicación derivada de una experiencia. Maturana destaca que
en términos del conocimientos, explicación y experiencia son dos cosas
distintas; pero que el ser humano comúnmente las usa juntas casi como lo mismo,
por ser mas practico en la vida que lleva.
También creemos que otra idea importantísima de lo que establece
Maturana es que el conocimiento se logra a través de la reflexión que provoca
la incertidumbre, no en la creencia de algo absoluto paralelo a la verdad, que
provocaría la certidumbre por lo tanto no conocer; desde el momento que algo se
cree conocido se deja de conocer.
OBJETIVIDAD
ENTRE PARÉNTESIS
La objetividad con paréntesis
se basa en la creencia de que no existe una realidad independiente del
observador, sino que esta realidad posee muchas interpretaciones validadas por
las experiencias asociadas con la explicación a través del lenguaje. Es así
como se genera el conocimiento, a través de una reformulación aceptable de una
experiencia, dando una explicación que permite el dominio explicativo que cada
persona posee.
La objetividad con paréntesis determina que las explicaciones no
provienen de lo externo, sino de la explicación y/o interpretación de nuestras
experiencias, que nos hacen poseer criterios de validez para convalidar
nuestras explicaciones. De lo anterior se puede desprender que enfocando, desde
la perspectiva de la objetividad con paréntesis, no existe una verdad absoluta,
sino tantas verdades como sujetos y dominios explicativos existan. En este
enfoque no existen los errores ni la exclusión de ninguna realidad; hay una
aceptación constante y mutua entre las distintas interpretaciones que puedan
existir, se acepta que la realidad se desprenda del camino explicativo que
adoptemos, además del dominio emocional en el cual nos encontramos al momento
de explicar. No hay autoritarismo, se acepta al otro y se hace crea un estado
de ánimo para reflexionar.
El tipo de realidad que vivimos, como dominio de proposiciones
explicativas, refleja en cada momento el fluir de nuestras relaciones
interpersonales y el tipo de coordinaciones que esperamos que ocurran en ellas.
En esta objetividad se acepta el lenguaje tanto como instrumento de pregunta
como fenómeno de explicar.
Desde esta mirada, el cuerpo cumple una función importante; es
el que posibilita, no limita, así como lo propone la objetividad sin
paréntesis; el hombre es un “sistema
viviente, sus habilidades cognitivas como observador son fenómenos biológicos,
ya que son alterados cuando su biología es alterada, y desaparece con él o ella
en el momento de su muerte”. (Maturana,
1997).
Con el mismo ejemplo descrito en la objetividad sin paréntesis
enfocado desde la perspectiva de la objetividad con paréntesis de Maturana.
El sacerdote, en determinada situación, discute con nosotros
(que supuestamente somos científicos) sobre la existencia de Dios. En esta
oportunidad el sacerdote continúa sosteniendo que Dios existe, pero la validez
de su explicación está basada en la experiencia que conlleva a tener fe en la
existencia de Dios, es decir, su explicación viene determinada por su dominio
explicativo, además de dominio emocional.
Para nosotros, supuestos científicos, la existencia de Dios no
es tal, debido a que no hemos podido, con el método científico (que sería
nuestro dominio explicativo), comprobar empíricamente que Dios existe.
En las posturas anteriores, no hay exclusión de parte de ninguna
para con la otra, no existe una validación de cierta realidad dada por la
propia realidad. Las explicaciones están validadas por los dominios
explicativos y emocionales de cada uno de los enfoques (científico y
religioso). Ninguna de las dos realidades son absolutas o se rigen por la
verdad total, sino se basan en sus propias experiencias para dar sus
explicaciones. No hay de ninguna manera autoritarismo, sino que hay una aceptación
de la realidad de otros, hay tolerancia recíproca.
LINKOGRAFIA:
No hay comentarios:
Publicar un comentario